- Que no, Juan…
Tras volar miles de kilómetros, la verborrea de Teresa se colaba por el iPhone de Juan hasta el fondo de su corazón. Él la dejaba trastear como Pedro por su casa, orgulloso de seguir siendo su amigo.
- … no nos equivoquemos, que no fue Madrid. Fueron el “Spain is different”, la profesión a la que mal amaba, la gente a la que dejaba opinar sin cuestionar, el amor roto, fui YO la responsable por encima de todo y de todos. Ese YO dentro de quien mal vivía; Yo, obcecadamente fuera de sitio, a la deriva, sin brújula ni salvavidas. No fue Madrid, Juan…
Pero cuando Teresa dejó caer “amor roto” como de pasada, como sólo se habla de lo irreparable, Juan se quedó enganchado. No pudo evitar imaginarse volando hacia ella para intentar pegar los añicos y continuar caminando junto a su Teresa; aquella mujer que seguía siendo incapaz de callar cuando estaba nerviosa. Juan sintió un inmenso cariño al volverla a oír, tan cerca.
- … desde el extranjero entendí el significado de "madre patria". No porque echara de menos España, Juan, aunque la echaba de menos; sino porque este país, sin ser mi madre-patria natural, se comprometió libremente a enseñarme a pescar; y me arropó cada noche con un alto y sólido techo sin pasarme la factura. El viajar aquí me hizo una persona entera. Preparada para solucionar con elegancia.
Tanto a Juan como a Teresa, les gustaba mucho más la Teresa de ahora que la de antes; por lo tanto, sabían que ninguno de los dos volaría hacia el otro para reparar nada. Era mejor que sus disfuncionales pedazos de amor reposaran por los siglos de los siglos en algún vertedero madrileño; que tanto Teresa como Juan los siguieran mencionando de pasada, y que aprendieran a sentirse cómodos queriéndose de esta nueva manera.
Para todos aquellos que salieron de sus paises y de sus corazones con la esperanza de hacer de sus vidas un lugar mejor donde vivir.
ResponderEliminarA todos vosotros,
Mucha suerte y fuerza.
Amores rotos y trozos de cristal esparcidos por el suelo del olvido que no quiere olvidarse de ser hermoso recuerdo...
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=dAUELPhFdM4
gran trabajo, hermoso
ResponderEliminargracias por compartirlo
Algunos salimos de nuestros paises,cobijados bajo el ala fliar.,sin saber a penas si esto seria la mejor eleccion.
ResponderEliminarAun asi...mas de uno, abremos de albergar algun "amor roto", en las profundidades abstractas de nuestras memorias.
En el naufragio eterno que nos lleva a menudo a la deriva y sin rama a la cual asirnos.
Hermoso texto..que llega y toca.
Gracias por compartirlo.
Patricia(facebook)
¡Ah, el amor! Ese diablillo perverso que nos arrebata el centro y nos pone a pender de la voluntad ajena... ¿Y el acostumbramiento? los amantes sabios (que son escasos) saben que sin él es imposible sobrevivir. ¡Chapò! Mónica, muy buen relato y bella tu página (como -casi- todo lo tuyo).
ResponderEliminarQue bonita la amistad..., que extraño sentimiento.
ResponderEliminarGracias por atreveros a acompañarme con vuestros comentarios. Un abrazo : )
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