Un cuento muy antiguo

Si no entrego un cuento mañana perderé mi trabajo. Soy de las pocas madres solteras que malviven publicando cuentos en una revista, y afortunadamente, porque la mayoría lo hacen desempeñando trabajos feos. Llevo varios días intentando, sin éxito, encontrar trama para mi próxima entrega. Tenía que haberlo enviado hace días pero no me he organizado bien, tener a Paula de vacaciones y malita no ha ayudado. Esta vez han sido inflexibles, acaban de encontrar a una joven dispuesta a publicar por la mitad de lo que yo cobro. “No tendrá un hijo, claro”.

No he pegado ojo. He dejado la cama aún a oscuras, con el corazón y el cerebro a mil por hora. Me he acordado de cuando mi bisabuela se ataba un pañuelo blanco a la cabeza “para que no se le fuera”, que decía la pobre.

He entornado la puerta del cuarto de Paula. Tenía la firme intención de escacharrar el reloj de pared que me regaló la sádica de mi tía y sentarme a escribir lo que fuera. Pero como vivo sola, soy supersticiosa y mi tía está muerta, al pasar por el reloj solo me he santiguado, para que no nos pase nada, nunca se sabe. “Qué rítmico”, he dicho bajito, para disimular, y me he sentado al ordenador.

Me he levantado unas cien veces. “Venga Amalia, persevera”, he pensado, y unas cien veces me he vuelto a sentar. Pero de las musas, ni su silencio. Necesito exprimir el tiempo antes de que Paula se levante y reclame toda mi atención.
Amalia siente el pulso de sus dedos sobre las teclas ASDFJKLÑ, bum bum, tic tac. Lista para lanzarse a escribir ante el menor síntoma de inspiración, pero esta no llega. Hoy, que la necesita más que nunca, no aparece, y Paula va a despertarse de un momento a otro.

Desde que fue madre su tiempo no es suyo, siente que Paula se lo vampiriza, que la requiere incluso más horas de las que tiene el día. “Qué burra soy, ¡como si ella tuviera culpa!”, piensa. Mira a la pantalla. Inspira hondo, expira poco a poco, inspira, expira, bum bum, tic tac. “Persevera, Amalia”. Al contacto inesperado de una manita sobre la espalda, Amalia pega un grito y la niña, del susto, rompe a llorar. “Perdona, cariño, es que no te he oído… ven con mamá, ¿te preparo el bibe?”. Si hoy le dijera que no, si al menos hoy le dijera que no quiere desayunar la dejaría en ayunas gustosa… “T-e-n-g-o-q-u-e-s-c-r-i-b-i-r”, pero Paula asiente. “¡Joder!”, piensa. La lleva en brazos hasta la cocina, la sienta sobre la encimera, mete el biberón con leche en el microondas y busca la papilla. Sabe que todo sería mucho más fácil si ella no existiera, le sería mucho más sencillo salir a adelante sola, “pero que no me la quiten, por Dios”.

Le vienen a la cabeza las decisiones que ha ido tomando en la vida para llegar a la situación en la que está, y “la puta candidata”. Mira a Paula y vuelve a pensar que si no hubiera tenido a su niña ahora podría permitirse cobrar menos. El timbre la sobresalta. Abre la puerta del micro y al coger el biberón este abrasa, como siempre. “¡Joder, joder, joder!, ¡lo que faltaba!”. A Amalia le enternece ver a Paula expectante, tan seria, con los mocos colgando. La limpia y, mientras pone el biberón bajo el grifo del agua fría, empieza a hacer monerías para que sonría: “¡Es que mami está tonta, tonta y tonta!”. Al ver las payasadas de su mamá, a Paula se le descuelga el chupete de la risa.

Las carcajadas de Paula suenan a borbotones de agua fresca, y gracias a su claridad, Amalia despierta y consigue relativizar. Al hacerlo, las cosas vuelven a colocarse en su sitio. Amalia se ve de nuevo, y como por arte de magia, empieza a contarle a Paula un cuento, su nuevo cuento: “La mamá que quería ser mamá y no sabía”. El cuento que ella aprendió de su madre, el cuento de toda mujer, un cuento muy antiguo.

35 comentarios:

  1. A mi madre, hermanas y amigas madres.

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  2. Te faltó: A las que queremos ser madres, y no sabemos cómo, pero esperamos por esa chispa de inspiración...

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  3. Cierto, Emma. Ya lo has escrito tú. Gracias : )

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  4. Hija, que bonito. He viajado, he visto la cocina...., muy bien.Ademàs , creo que más que nunca , he visto el sentido del humor de la autora, digamos que lo he reonocido ; muy Almodovoriano . Sí señora.

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    1. Que Almodovariano ni que leches,ya quisiera Almodovar inspirar los sentimientos que inspira este relato, enhorabuena.

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    2. Muchas gracias, Jose. Me alegro de que el relato haya despertado en ti sentimientos que reconoces. Un abrazo.

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  5. Tendré que permitirme jugar más. Gracias, Lili. Love u.

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  6. Mis niños vinieron con un año y meses de diferencia: un varón y luego mellizas... lo que tiene de interesante, es que cuando pasaron los años, todo lo que pueda ahora realizar, me resulta más sencillo y me lleva poco tiempo.

    r

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  7. Lo es, no podemos imaginar lo que somos capaces de abordar hasta que no nos ponemos a ello; también es cierto que lo que no te mata te hace más fuerte. A mí lo que me parece realmente interesante es que sobrevivieras, Rita! Muchas gracias por unirte y bienvenida. Nos leemos ;)

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  8. ...estabas ahí, a nuestro lado cada despertar!!! (aunque has querido disimular poniendo el microondas, yo caliento a la antigua usanza, al baño maría :) ) ¡qué gráficoo! ¡qué fresco! me ha encantado!! nos chupan la sangre y nos enriquecen la vida. Te quiero Julia.
    Gracias SRA. ESCRITORA.

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  9. Claro, siempre estoy a vuestro lado. Y vosotr@s al mío. Gracias, SRA. AMIGA. Buen día!! Te quiero Julia ; )

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  10. Me alivia reconocer por escrito que no soy la única madre que no sabe ser la madre que imagina. Me ha gustado mucho.

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  11. Gracias por comentarlo, Andrea :). Seguro que eres una madre mucho más interesante que la que imaginas. Como somos de duros con nosotros. Cuídate!

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  12. Precioso, sin ser madre me he metido en el papel. Que seríamos sin los niños? Lo que aprendemos con su inocencia...

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  13. Muchas gracias, Anónimo. Vaya preguntaza! mejor la interpreto como retórica ;)
    ... y lo que nos deleitamos con su inocencia también. Los instantes de inocencia son obras de arte en sí.

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  14. Y quién sabe?
    Gracias por dejar huella a tu paso, Sr. K. Saludos!

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  15. Que lindo lo que escribís, y hasta tus respuestas a los comentarios de los lectores. Gracias por compartirlo.

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  16. Acabo de pasar por tu web y me ha encantado lo que he visto. Tu lettering, Cuatro "prometedoras" estaciones, tus doodles, los proyectos en colaboración... Enhorabuena por el trabajo, Virginia. Gracias por dejarte ver. Un abrazo y a seguir creando con alegría :)

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  17. Muy gráfico y descriptivo el título, "Un cuento muy antiguo", tan antiguo como la consideración de las madres ejemplares que tan bien describes en el relato. Ya Platón y Aristóles sostenian que el destino de las mujeres era dar hijos al Estado. Un status social igual que el de los esclavos. Pienso que tu relato es un tributo y un homenaje a todas las madres que luchan con valor y dignidad en contra de la opresión y de la injusticia. Enhorabuena. Un saludo.

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  18. Muchas gracias, Concha. Tu comentario es extraordinario. Sí, la decisión d ser madre parece ser “La decisión” en la vida d toda mujer, precisamente por el rol q la naturaleza nos ha regalado y durante siglos la sociedad nos ha impuesto. La segunda parte del culebrón es que una vez que decides ser madre, ya que te has puesto, se supone que lo tienes que saber hacer bien. Me encanta que lo veas como un homenaje a todas las madres que luchan por ser, además de madres, mujeres libres. Una tarea épica. Admiro a las madres. Yo ni lo soy, ni lo quiero ser (por ahora).

    PD: “Tu decisión” (si t interesa, clícalo arriba, en la columna d la dcha, bajo RELATOS)es un relato que explora la decisión de si ser madre o no -para más inri la narradora es la madre d la q decide-. El tema d la mujer madre da para escribir muchos relatos.

    Ah, he visitado tu página “Mi estantería” y es un lugar muy interesante. Nos vemos, por aquí o por allí. Siéntete bienvenida, Concha.

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  19. Ay cariño, qué duro, bonito y familiar ese cuento... :-) Me ha encantado. Como dice Pastora Vega en una de sus canciones 'La que me ha vuelto loco el corazón, la que me da la vida al despertar, la que cada mañana con una sonrisa me vuelve a llenar' Así es Moni, los niños te quitan mucho, pero te vuelven a llenar cada mañana. Besitos preciosa. Sara

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  20. ... o por lo menos eso es lo que les pasa a las personas generosas como tú (y como Pasión Vega). Muchas gracias, Sara. Besos :)

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  21. Me parece un texto real, sincero y tierno. Me identifiqué contigo, aunque de eso ya hace algún tiempo.
    Paula tiene mucha suerte de tenerte.
    Un placer.

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  22. Gracias por tomarte el tiempo de leerme y dejar este generoso comentario, Mercedes.

    Al oír que Paula tiene mucha suerte de tenerme, he sentido la satisfacción de una madre. Yo no tengo hijos, pero, en mi imaginación, Paula me tiene y yo la quiero como si la hubiera llevado 9 meses dentro. Cuando las musas me contaron esta historia mínima, también la sentí real, sincera y tierna así que la compartí con mucho cari~o. Gracias por apreciarla, Mercedes.

    Acabo de pasar por tu blog y me ha gustado mucho, cuenta desde hoy con una seguidora. Te deseo éxito con tu última novela. Nos leemos!

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  23. He leído tu cuento. Dos veces. He leído también algunos comentarios. Me doy cuenta de que todo el mundo se centra en Paula, en ti como madre superrequeteocupada. Yo simplemente me voy a fijar en la persona que se sienta ante un papel en blanco, ante una pantalla inmaculada y trata de escribir, y vuelve e insiste... y las musas no llegan... y tiene que escribir porque le urge sacar algo a la luz... y no llega, ese algo no llega. Un abrazo, y que nunca te abandone la inspiración!

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  24. Gracias por leerlo, y dos veces! Sí MM, también habla de la vida misma, de la búsqueda y el disfrute de ese algo. Un abrazo M.M, y que tu plegarias sean escuchadas ;)

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  25. Precioso y muy real en nuestros días. ¡Es una suerte tener hijos! (Yo no los tengo)
    Me puedes visitar en blog:
    marlene-cumulos.blogspot.com

    Nos seguimos viendo y ¡muchos éxitos, que talento te sobra!

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  26. Gracias por tus buenos deseos y por compartir tu blog con nosotros, Marlene; te visitaré para saber de ti, por supuesto.
    Que lo que entiendas por éxito no te suelte la mano. Nos seguiremos viendo. Un abrazo.

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  27. Ternura que no empalaga porque se siente real, cotidiana, con esa sencilla complejidad de lo humano.

    Un placer leer este relato.

    Abrazos,
    Esther

    PD: también "Interferencias"...

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  28. Gracias por parar tus cosas para leer y comentar las mías, Esther.

    Acabo de pasar por tu "Necesidad y Azar" y me he topado con "De símbolos tb vive el hombre" donde continúas divulgando lo que nos es necesario entender, aunque duela. Un abrazo.

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  29. me gusta es una historia tan bonita que parece real, sigue asi bandada, un beso de yoanyo

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  30. Muchas gracias, yoanyo.

    A ver si soy capaz de seguir así, o a ver si mejor... Lo único que está en mis manos es seguir escribiendo, que sea mejor o peor dependerá de las musas ;)

    Otro para ti!

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  31. Un cuento tierno y esperanzador. Es uno de los problemas de trabajar en casa, que los complementos interrumpen. Desde luego describes una situación real, aunque en este caso con final feliz. Me ha sorprendido un poco el cambio de narrador a la mitad del cuento, pero superado el descoloque todo fluye. Si te sirve de consuelo, cuando tengas mi edad las interrupciones serán para atender a los abuelos, pero con la ventaja de que siempre te pueden contar historias. Venga, nos leemos.

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    1. Sí, Ximens, esto del narrador me lo han dicho, pero quise jugar con el cambio. El segundo (tercera persona) me condecía darle al texto la agilidad que buscaba y pensé que ya había presentado al personaje con la suficiente fuerza (en primera persona) como para que el público sintiera por él la empatía que yo buscaba. Fue ahí cuando pensé en pasar al omnisciente... Un ejercicio curioso y recomendable.
      Según te leía te he imaginado en tu casa :)
      Saludos y gracias!

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